Contratar a un subcontrata: pieza clave de la gestión de un jefe de obra.

Y uno de sus mayores quebraderos de cabeza, cuando el subcontrata adjudicatario no atiende la obra en tiempo y/o forma.

¿No atienden tu obra?

Resulta muy frustrante tras haber dedicado horas de un tiempo valioso a la contratación de un subcontrata en tu obra, que éste no responda a las expectativas

En estos casos la mayor dificultad a la que se enfrenta un Jefe de Obra, es saber:

  • ¿Qué medidas tomar para solucionar el tema?
  • Si realmente es el momento para esa medida o no.

Qué hacer y cuándo hacerlo

Ya es tarde cuando nos planteamos estas cuestiones: ya tenemos el problema encima.

Solución tiene.

Aunque sin duda lo mejor es evitar llegar a esta situación.

Y todo empieza en la fase de contratación.

Por eso dedicamos este artículo a da runa guía para contratar aun subcontrata.

Trataremos sobre qué aspectos se deben tener en cuenta a la hora de contratar a un subcontrata.

O mejor dicho, cómo saber si acertamos al confiar nuestros objetivos a una empresa subcontratista adjudicándole la obra, nuestra obra.

Daré unas pautas a seguir, que se resumen en una frase sencilla, pero muy potente:

Hay que contratar al más barato que pueda hacer la obra.

Motivos por los que un subcontrata atiende mal tu obra

Y que se corregierian con una buena contratación:

En crisis,

  • problemas financieros de la subcontrata,
  • poco personal
  • problemas de stock
  • problemas de calidad en la ejecución o en algunas de sus herramientas o materiales (motivados por sus problemas financieros).
  • precios de adjudicación muy bajos

En otras épocas sin crisis.

  • Demasiadas obras para la capacidad de la empresa,
  • Precios de adjudicación bajos,
  • Baja cualificación del personal
  • etc

Desde la propia empresa constructora, se pueden generar en obra muchos problemas con los subcontratas si esta empresa tiene una

  • Mala política de compras.

O lo que es lo mismo:

Contratar al subcontrata más barato del comparativo sin tener en cuenta otros aspectos.

 

Y es que el papel lo aguanta todo, pero la obra no.

Estos serían los casos más graves: crisis y mala política de Compras.

Aunque siempre en obra han ocurrido este tipo de problemas,  tristemente es el día día de la obra.

Son situaciones complicadas en las que por un lado,

  • Como persona, puedes llegar a tener empatía con el empresario y con sus trabajadores.
  • Pero como Jefe de Obra, te obligas a distanciarte de estas emociones y mirar por tu obra, por tus objetivos.

Situaciones de conflicto donde muchas veces discusiones laborales se tornan en personales.

Y acaban afectándote de forma personal también, aunque nadie se dé cuenta.

Aunque te hagas un maestro en ocultarlo a los demás.

Aquí el tema se complica,

  • A los problemas en la obra que este subcontrata te ha causado, directa e indirectamente sobre otros subcontratas.
  • Se suma, que tienes que aceptar que de alguna forma, sin comerlo ni beberlo, por el simple hecho de desempeñar tus funciones, te culpabilice a ti personalmente.

No podemos gustar a todo el mundo.

Y tampoco podemos evadirnos de estos problemas, o de las consecuencias que generan en nuestra obra.

Mi recomendación, es que tengas claros cuáles son:
  1. tus principios,

  2. tu ética,

  3. y que seas fiel a éstas.

Te ayudará a seguir gestionando la obra con profesionalidad a la vez que te distancias del daño personal que pueda causarte juicios o culpas ajenas.

Y si en algún caso, algún error tuyo ha provocado conflictos con algún subcontrata, lo mejor es remediarla la situación en obra, aprender de nuestros errores para no volver a cometerlos.

Como te decía, hay que evitar llegar a estas situaciones, y todo empieza desde el principio…

Incluso antes de negociar la oferta, debes ser claro sobre tus expectativas y exigencias.

No se trata de engañar a nadie.

Se trata de realizar una obra conforme a lo acordado entre las partes. Cumplir pactos.

  • Las urgencias,
  • las prisas,
  • el contratar lo que a simple vista parece, en lugar de analizar las necesidades de tu obra,

Todo ello, lleva a este tipo de problemas o a discusiones sobre ampliaciones de contrato.

Lo que acaba suponiendo,

  • más trabajo,
  • problemas,
  • y si éstos tardan en ser solucionados: desorganización en la obra.
  • Lo que a su vez implica: retrasos,
  • merma de la producción
  • e incluso en algunos casos, aumentos de coste y de costo.

Guía para contratar a un Subcontrata.

¿Qué hay que tener en cuenta para contratar bien?

  • Contratar lo que realmente tienes que ejecutar. Exige análisis y estudio de la obra y del Proyecto, además de tenerlo definido y preparado todo.

 

  • Haber trabajado con él antes. A ser posible en más de una obra. Si no contigo, con tu Jefe de Grupo, Encargado u otro miembro de tu equipo en el que su criterio te merezca confianza.
  • Comprobar su solvencia. Si realmente puede hacerse cargo de tu obra. O necesita tener tu obra contratada por algo, y luego cuando llegue el momento de invertir en ella, materiales, trabajo, recursos, ya se verá...

Esto aunque parezca extraño en los últimos años, ha ocurrido en demasiadas ocasiones.

 

  • También deberías comprobar si su solvencia depende del pago de alguien, no es que tengas que contratar a un investigador, muchas veces son ellos quienes te informan de su situación real si eres capaz de hacer las preguntas adecuadas.

 

  • Otro motivo para desconfiar, o mejor en positivo, dice mucho y bueno de un subcontrata que quiera ejecutar tu obra y llevarla a buen fin, que realmente tenga interés en ella, que la organice, que se la haya estudiado, que la haya analizado y sepa, o te plantee, por dónde, cuántos recursos destinará y otros aspectos que denotan que se ha tomado tiempo en el análisis y estudio de tu obra. Si no lo ha hecho, no significa necesariamente que no sea solvente o tenga problemas, pero pudiera significar que al no haberle dedicado el suficiente tiempo, no se encuentre lo suficientemente preparado para llevarla a cabo, por lo menos, con las condiciones y bajo las circunstancias que a ti te gustaría. Esta divergencia de intereses al final produce problemas, o como mínimo, retrasos. Y es que son muchos los que entran en obra y luego preparan su empresa para llevarla a cabo.

 

  • Por todo lo anterior, es prioritario que en el contrato aparezca claramente un planning a cumplir. Unos plazos. pero no finales, no se trata de ahorrarse trabajo. Y además, como tú ya l has hecho tampoco te cuesta mucho, trasladarlo al contrato. Define hitos intermedios,. Divide por partidas, por plantas por secciones, según cada oficio. Sé un poco más exigente para salvar futuras incidencias. Y no te conformes con que figure el plazo a cumplir en el contrario, sino que previamente lo habrás analizado y acordado con él.

 

  • Es fácil averiguar cuánto ha facturado una emprea en el último ejercicio, y evaluar la idoneidad de esa facturación frente al importe de tu contrato. Es decir, imagina que el subcontrata que pretendes contratar ha facturado el año pasado 100.000 euros, y el contrato de tu obra es de 600.000 euros. Pues a simple vista, y pendiente de otras comprobaciones, no pareciera que fuera la contratación más adecuada.

 

  • No sólo te conformes con su facturación, sino con la cualificación de la empresa en general. Por ejemplo, si le vas a contratar a un cerrajero la estructura metálica de más de 300.000 kg de acero, y sólo tiene un soldador homologado para ello, por mucho que tenga en plantilla a más de 100, vamos mal... Este caso quizás sea muy evidente, pero me sirve para hacer una llamada de atención, y comentarte que exigas este tipo de homologaciones antes siquiera del primer día de obra, antes de firmar el contrato.

 

  • Por otro lado, imagina que tiene 50 profesionales homologados muy buenos, pero no tiene medios, es decir, a lo mejor no tiene equipos de soldadura suficiente, o la logística adecuada para atender tu obra. en este caso, no sólo comprobamos la idonediad de los trabajadores, sino la idonedidad de la empresa, ya que si no está preparada quizás no pueda ayudarte en la resolución de futuros problemas, o por lo menos, no con la diligencia que tu obra necesita.

 

  • Además, para evitar conflictos en los pagos, no sólo se debe dejar claro lo que se contrata: definición, sino en qué cantidad: Medición. Y aquí y como ya sabemos, interviene de una forma muy determinante el criterio de medición, por lo que debe figurar muy especificado en el contrato con tu subcontrata adjudicatario. Y como siempre mi recomendación, es que esto no consiste en 'colarle' goles a nadie, son acuerdos que deben ser tratados con antelación, desde que se lanza la primera oferta.

 

  • Y por supuesto, define en ese contrato todo lo relacionado con su pago. Fechas y proceso para la realización de las proformas, entrega de los pagarés, retenciones, descuentos, criterios a la hora de valorar las certificaciones mensuales a abonar, etc... Una vez más, los temas económicos son delicados, y en estos hay que ser más serio que nunca.

 

  • Por lo que ocuparse de que ellos reciban 'lo suyo' una vez han cumplido, también es una de nuestras labores. Ellos recurrirán a nosotros para solucionar problemas administrativos y demás que se pudieran llegar a producir en nuestras oficinas centrales. Por supuesto, hay muchas cuestiones que se nos escapan, pero si no podemos o el tema se escapa, hay que seguir ocupándose, ser serio aunque sea a la hora de informar del problema.

Las famosas ‘quitas’ a tus subcontratas

En cuanto a las famosas ‘quitas’ que se pruducen más veces de las que nos gustaría, mi consejo es que no se debe participar en éstas si son injustificadas.

Y si están justificadas deben ser realizadas y exigidas en tiempo y forma, no cuando las cuentas de la obra no nos cuadran.

No debemos olvidar la ética, algo relacionado con el Liderazgo.

Algo que no es serio, no debemos protagonizarlo.

Y si nosotros no somos serios, ¿cómo vamos a exigir que los demás lo sean?

El sector es pequeño, aun en ciuidades grandes. Tarde o temprano te pasará factura una mala praxis profesional.

Ya sé que en muchos casos es alguien el que te sugiere esto.

Lo mejor, es alcanzar tus objetivos, así eliminas estas tentaciones de raíz…, ya me entiendes.

 

¿Qué hacer entonces?

Aunque hablaremos de este tema más en profundidad, adelantaremos que es mejor ir haciendo un seguimiento continuo, ir exigiendo de forma continua, y aplicando medidas correctoras, que pudieran llegar a ser la paralización de una proforma, no digo que no.

Lo que me refiero es que no esperamos al final de los trabajos de un subcontrata para exigirle y/o pretender corregirle.

Temas de limpieza y de correcta ejecución deben ser subsanados en el tiempo en que se producen y no al final.

 

Los Subcontratas son los que realmente ayudan a sacar una obra adelante.

No quisiera terminar este artículo sin decir que los subcontratas son los que realmente hacen una obra, es decir, sin ellos no hay obra. Así de sencillo.

De todos los problemas que he solucionado en la obra, son pocos los que he logrado sin la colaboración de uno o más subcontratas.

Y solucionar ciertos problemas, es algo que en principio, no les corresponde a ellos, aunque acabe junto con el equipo de obra encima de su mesa.

Queda dicho.

Son los subcontratas los que mejor valoran la gestión de un jefe de obra. Y le dan la verdadera importancia que tiene.

Pues acaba afectando a sus resultados.

Aunque lógicamente no son todos iguales, o sus circunstancias les obligan a cambiar su conducta y prioridades, es por ello que estamos hablando de este tema.

Porque incide de forma directa en el plazo y calidad de una obra: en nuestros resultados.


 

¿Cómo gestionas a tu subcontratas cuando no atienden tu obra?

¿Qué haces cuándo un subcontrata te está retrasando la obra?


autor post Isaura Ardila


    2 replies to "Guía para Contratar a un Subcontrata"

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